06 julio 2009

De piel

Estaba decidida a sufrir la vida de una manera positiva. Se había metido eso en la cabeza, y lo iba a lograr, aunque si bien le sonaba algo imposible. No era tarada, sólo se quería "estupidizar" un poco. Ella era la madura, la paciente, la inteligente... pero aún así la gente caía en la incoherencia, le decían (a sus espaldas claro) alterada, enojona, sentimental... todo eso realmente ameritaba un poco de normalidad. Ahora lo normal era el caos claro, así que se veía abligada a buscar donde nunca antes había buscado.
Ahora entendía porqué sus amigos hacían lo que hacían. Era una fase de querer anestesiar, de querer arrancar algo de tu vida, pero no del todo, sólo hasta poder usar el dolor como una excusa para gozar de algo más, una excusa para ser mazoquista y poder disculparse sin miramientos. Ella nunca pudo hacer eso claro, porque no la tenía a su alcanze la suficiente inmadurez. No era parte de su ser el actuar así de "impulsivamente", pero ahora que lo veía desde otra perspectiva sabía que no era simplemente algo "impulsivo" o "loco". Ella de por sí ya estaba algo loca se decía, pero no por eso era una niñita inmadura. "Que horror" pensó, "odio la estupidez mediada en falta de experiencia... pero yo no voy a caer a tal extremo, es sólo un experimento. Un experimento en bien de la ciencia, en mal a mi misma y claro que algo tonto, pero no completamente. Esto lo decidí yo, no lo decidieron mis hormonas".
Ese era el término de todo. ¿Qué tal si provaba... a anesteciarse un poco? Qué tal si provaba a sentirse querida un poco... Bueno, no "querida" exactamente, pero... atrayente, si no era por decir usada, y ese era el problema, cuando avanzaba tres pasos, retrocedía cuatro.
No importaba, nada importaba en ese instante. Iba a encontrar una solución (si así podía llamársele) estúpida, porque niuna solución razonable y madura había funcionaba.
Quizá así iba a comprobar por ella misma la teoría de que la gente que no merece, gana la mitad del tiempo. Pero claro que la otra mitad no la veía... ella nunca veía ese lado cuando lo merecía, no era nada justo, a ver si ahora pasaba algo.
Llegó a un extremo. No le importó jugar con alguien (porque eso pensó, "qué pasa si mi experimento termina queriéndome", aunque luego vió lo egocéntrica que estaba siendo. Porqué iba a terminar queriéndola.) y se propuso una meta. A pesar de todas las inquietudes, y las posibles concecuencias, no se hechó para atrás, porque eso era algo que siempre hacía: pensar las posibles concecuencias, razonar, estresarse y hacer "lo correcto". Miró la puerta de su habitación, y sin vacilar vió lo que había escrito hace una semana, llorando:

"El cuerpo es anestecia para el corazón"
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*P.D.A: Bueno, esto fue escrito rápidamente, y la verdad me da fiaca revisar si suena bien, y si los puntos y comas están bien colocados (y la verdad no creo que todos estén bien). Solo espero que no lo detesten mucho, y me den su opinión sincera.

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