28 marzo 2009

22-03-09

“y haciéndome sufrir todavía, como si verme llorar ya fuera normal para ti..”

Tengo una heridita y mi mami no la puede sanar. Creo que es a eso que la gente le dice corazón, esa cosa que tiene forma de poto al revés… Me la hizo un niño, sin piedad alguna aparentemente, como si hacerme llorar fuera algo normal para él. Tan natural como era para mí quererlo. Tan corriente y rudimentario como saber sumar.
A veces me parece que siquiera sé sumar… me siento como una niña pequeña tratando de agregar manzanas a las peras. Y claramente no me resulta. Necesito aprender que es una manzana, o aprender a coger las que no estén podridas al menos, porque aunque no sean como la pera la logran pudrir al fin. Quiero encontrar otra perita…No sé sumar todavía, y me obligan a restar. A veces me siento orgullosa porque me parece que lo hago bien, pero después me doy cuenta de que no es muy así. Es como cuando otro niño pequeño se cree invencible, cree que nadie lo puede alcanzar porque no lo superarán jamás en velocidad. Son ilusiones que mantienen a los niños felices, en su propio mundo irrompible. Así me quería sentir yo, y alguien no quiso mantener mi ilusión viviendo. Rompió mi burbujita y como buena infante que soy me puse a llorar hasta que no pude más. Soy una vieja, una niña, un corazón roto. Hablo como abuelita y uso palabras complicadas. Tengo la cara de una cría después de que le niegan su juguete soñado. Al fin y al cabo es una maña, sólo una pataleta. Pero al igual que estas pequeñas personitas creo que es motivo para sufrir. Y por otra parte como vieja sé que NO es razón valida, pero sigo siendo un infante que no sabe sumar… ¿qué más pueden esperar los creciditos?

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