12 septiembre 2010

wanna take that ride of the life

Mientras más quieres algo, peor te sientes sin ello. Mientras más desesperadamente esperas algo, menos puedes ESPERARLO.
Es que simplemente me pasa esto. Nunca he sido del tipo de personas que quieren, QUIEREN, quieren más. Y menos del tipo de mujer que espera sentada en el balcón a que llegue el príncipe azul... o Shrek. Pero, ¿qué haces cuando de repente quieres algo?. Quiero sentir amor. Quiero ver a alguien a los ojos y sentir que no puedo respirar si me aparto de él. Quiero mariposas, baladas, quiero algo más que soledad. De repente empecé a cosechar el deseo de tener todo esto, así, sin que me diera cuenta. Había días en que me moría por leer un libro, y aunque en mi pieza hay miles, y muchos de ellos sin leer, quería OTRO tipo de libro. Quería uno de amor. Quería películas empalagosas y canciones lentas. ¿Tan mal está eso?, es el perfecto sustituto de el amor real, en persona. Por eso parecía cocainómana con ataques de melosidad.
Ya pasé esa etapa, bastante, creo. Pero sigo queriendo MI historia de amor. no me importa si no sirve para hacer un best seller o una filmografía, pero de verdad quiero más que nada SENTIR. Todas esas pequeñas cosas que llenan, todas esas cosas que hacen la diferencia entre estar bien, estar feliz, y estar enamorado. Sí, por una vez en la vida, quiero estar más que bien, más que feliz. ¿Es mucho pedir, es demasiado para una simple solitaria?

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